Paco es un paciente de trauma. Se rompió el fémur en un accidente de moto y después de operarse, está en la sala de recuperación post-anestésica. Se muere de dolor y pide calmantes, tiene frío y no le traen mantas, y asoma la tiritona. Pregunta por sus familiares y le dicen que no pueden pasar las familias, que tendrá que esperar para verlos. Son las normas.
Pero al lado está Damián, un chico operado de un túnel carpiano que ha llegado después y está bastante bien. Con él están su mujer y su hija, un par de doctores y las enfermeras. Les han colocado biombos para tener intimidad y le ponen calmantes, le humedecen los labios y le preguntan si necesita algo más. "Debe de trabajar aquí", piensa Paco. Se ve que las normas no son iguales para todos.
A los enfermeros nos dan palos por todas partes. Estamos "puteados" , por así decirlo, por arriba y por abajo. Es lógico que cuando podemos hacernos favores entre nosotros aprovechemos y lo hagamos. Vaya por delante que me parece bien.
Me parece bien que envíes una analítica tuya por el tubo (si la necesitas) porque es rápido. Me parece bien que hables con un adjunto para que te solucione un problema, o incluso evitarte meses de espera. Que haya precios reducidos en la cafetería o que puedas ver a tus familiares cuando están en sitios donde no se permiten visitas. Pero hay cosas que no me parecen bien.
No me parece bien que por el hecho de ser "hijo de la supervisora" o "primo de un médico" tengas que tener mejores atenciones que los demás. No me parece bien que por llevar pijama tenga que tratarte a cuerpo de rey, con pacientes al lado que se estarán preguntando por qué a ellos no.
No me parece bien la discriminación positiva cuando se lleva hasta ciertos límites. Y lo que peor me parece es el hecho de exigir por ser compañero.
"Yo soy de la casa". Ya, y qué? No te conozco. Te atenderé igual de bien que a los demás e incluso mejor si quiero, pero no vengas exigiendo como si tu quiste anal fuese más urgente que la laparotomía de al lado.
Seguro que lo vivís cada día: si es "de la casa" casi te lo dicen antes que su diagnóstico y su estado.
Escribo esto como opinión personal, no pretendo dar lecciones ni muchísimo menos. Es sólo que, en mi humilde opinión, hay que pensar en los pacientes, en todos. Puede que los favores que les hacemos a unos les sienten como una patada en el culo a los demás, sólo eso.
Si desafortunadamente tengo que ingresar por cualquier cosa no iré por delante con mi puesto de trabajo, no tengo por qué demandar cosas que no me corresponden.
Totalmente de acuerdo. Yo soy médico, y si que me gusta que, si quien tengo delante es compañero (médico y/o enfermero). No porque vaya a tratarles mejor, sino pq puedo dirigirme a ellos en términos más técnicos, e incluso no me sentiré presionada a poner AB en una fiebre de corta evol sin foco, etc. Odio profundamente la expresión "soy de la casa" pq sp se emplea esperando un trato de favor. Otra cosa es que digas " Mira, soy compañero, medico/enfermero, y vengo observando tal o cual signo o síntoma...Es decir, presentarte para hablar y etendernos mejor en el argot sanitario, pero no para esperar un trato VIP.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo yo también, yo no soy médico, soy auxiliar y hasta para ser "de la casa" tenemos rangos. Pero vamos que odio como el que mas, la gente que se cree y exige algún privilegio y encima dándole en las narices al de la cama de enfrente.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo en cada coma. Me parece un abuso que se pretenda recibir un trato mejor por "ser de la casa", no es justo.
ResponderEliminarMe encanta el blog, por cierto. Siempre está bien leer cosas con las que te sientes identificada y que cualquiera que no sea sanitario no siempre puede entender.
Un saludo desde Tenerife
Totalmente de acuerdo en cada coma. Me parece un abuso que se pretenda recibir un trato mejor por "ser de la casa", no es justo.
ResponderEliminarMe encanta el blog, por cierto. Siempre está bien leer cosas con las que te sientes identificada y que cualquiera que no sea sanitario no siempre puede entender.
Un saludo desde Tenerife